Fundación Silencio es una organización sin fines de lucro dedicada a la promoción del ser humano mediante la realización de programas sicológicos y sociales.
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Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo son dos de los mandamientos que Jesucristo dejó a la humanidad. |
Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo son dos de los mandamientos que Jesucristo dejó a la humanidad.
Y para cumplir esos mandatos divinos, algunos miembros de la familia González Escamilla, originarios del Cantón San Lorenzo, de Sensuntepeque, Cabañas, decidieron crear una organización para ayudar a personas necesitadas de la localidad.
Fue así como el 10 de marzo del 2001 nace la Fundación Silencio (FUNDASIL), con el objetivo de promover con amor, voluntad y entrega el desarrollo integral y sostenible de niños, jóvenes y adultos menos favorecidos, tomando al Evangelio como guía y centro de su actuar.
Al esfuerzo de esa familia se unieron más miembros, la mayoría de ellos residentes en San Salvador.
Con la bendición de Dios se echa a andar la obra. Uno de los primeros trabajos fue la implementación de cursos vocacionales. Fue así como se llevó a cabo en un edificio propiedad de la congregación de religiosos Somascos, en Guacotecti, Cabañas, un curso de corte y confección y otro de cosmetología. En ese primer esfuerzo se capacitó a 29 jóvenes.
Después de esa primera obra, la fundación se constituyó formalmente y aprobó sus estatutos.
La organización continuó formando a más personas; se impartieron nuevos cursos, entre ellos de carpintería y de fontanería.
“El año pasado revisamos nuestra labor. Para mejorar los cursos contamos con la ayuda de una maquila, que donó seis máquinas industriales. Una benefactora también nos regaló una máquina plana industrial”, expresa la señora Carmen González de Fierquín, miembra fundadora y presidenta de FUNDASIL.
Programas de ayuda
Pero el trabajo de la fundación no sólo está enfocado en la implementación de capacitación vocacional. Para prestar un mejor servicio a las comunidades ha organizado programas de trabajo, dentro de los cuales se realizan diferentes proyectos. Algunos ya fueron desarrollados y se espera realizar otros a corto y mediano plazo.
En los llamados programas físicos se contemplan proyectos que conllevan la compra de materiales de construcción. Estos materiales son empleados para la realización de obras en comunidades (pozos, letrinas, etc.).
Otro programa es el de salud e higiene, que contempla proyectos para mejorar las condiciones de vida, y que son organizados con la comunidad con el involucramiento de entidades relacionadas con la salud.
Existe también el programa educativo, donde se ayuda a niños, jóvenes y adultos con donación de útiles, becas y orientaciones vocacionales.
Una de las comunidades donde se han implementados estos programas es la comunidad San Vicente, del Valle Encantado, Guacotecti.
Sus habitantes han sido beneficiados con la construcción de un pozo y con una jornada de higiene bucal, donde se brindaron consultas y se proporcionó cepillos y pastas dentales gratis. A los niños se les ayudó a costear sus uniformes y se les proporcionaron útiles escolares.
“Esta es una comunidad organizada. Sus habitantes no sólo reciben, sino que también aportan su tiempo y su trabajo para la realización de las obras”, expresa doña Carmen.
A base de esfuerzo
Dentro de los programas que se desarrollarán a corto plazo se encuentran los culturales, de turismo y de seguimiento. En este último, los miembros de la fundación verificarán y evaluarán los aportes de los demás programas, con el fin de poder implementar otros que complementen la reivindicación del ser humano.
Esta organización están haciendo muchos esfuerzos para brindarle bienestar a muchas personas. Los frutos del trabajo y de las donaciones de los 37 miembros de FUNDASIL se pueden observar en los rostros de los niños, los jóvenes y los adultos beneficiados, quienes sonríen al ver que tienen mejores oportunidades de desarrollo y de progreso.
Por qué el nombre
La Fundación Silencio lleva ese nombre para rendirle tributo a la forma de actuar de uno de los miembros fundadores. Esa persona a lo largo de su vida realizó muchas obras humanitarias sin que quienes lo rodeaban se dieran cuenta.
Jamás hizo alarde de su ayuda; actuó en el anonimato.
“Él siempre ponía en práctica el dicho ‘lo que hace la mano derecha que no lo sepa la izquierda’. La fundación lleva el nombre de la principal característica de esta persona”, explica doña Carmen.
Los miembros de FUNDASIL tratan de imitar a ese miembro fundador, que ya murió.
fuente: elsalvador.com edicion22/05/2003
que bonito esta el blog les madare fotos del tempisque para que las suban.
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